Nadie respeta al desesperado: Y sí, se nota cuando estás rogando una venta.

Hace unos años, en una feria de negocios, vi a un tipo vender un producto que no existía.

Literal. No tenía prototipo, ni logo, ni empaque. Solo una idea… y una sonrisa confiada.

Yo, mientras tanto, tenía una demo armada, tarjetas impecables y hasta caramelos con mi logo. ¿Y sabes quién cerró tratos ese día?

Spoiler: no fui yo.

El otro tipo usó una técnica de negociación tan rara como efectiva:
En vez de perseguir al cliente, se dejaba perseguir.

Decía frases como:
—"Me encantaría trabajar contigo, pero solo tengo capacidad para dos proyectos más este trimestre."
—"Si esto no hace sentido para ti, no hay problema. Prefiero relaciones estratégicas, no urgencias disfrazadas de alianzas."

Yo pensaba: ¿Está rechazando ventas? ¿Está bien de la cabeza?
Y luego lo vi. Una fila de posibles clientes... rogándole que los considerara.

Ese día aprendí algo que ningún curso de ventas te enseña:
La escasez elegante vence al entusiasmo desesperado.
Porque cuando pareces tener demasiado tiempo libre, los demás asumen que nadie te quiere.

Y sí, hay formas sutiles de proyectar autoridad sin mentir ni sobreactuar.
Una de ellas (la más efectiva que uso hoy): que tu contenido lo haga por ti.

Mientras otros mandan correos como quien reparte volantes en semáforo, tú puedes posicionarte como experto con artículos que hacen que te busquen en vez de perseguir.

Y para eso, está Scriptivo.
No escribimos por escribir.
Creamos contenido estratégico que te posiciona como referencia en tu sector.

¿Quieres que la gente te respete más en lugar de verte como otro desesperado con un pitch?
Entonces deja que tus palabras lo digan por ti:
👉 Haz clic aquí y empieza a posicionarte como autoridad sin sudar ni rogar

Porque al final, nadie respeta al desesperado.
Pero todos quieren sentarse con el que parece no tener tiempo.

😉

✅Suscríbete a nuestra newsletter: CLIC AQUÍ