Cómo pensar como un gato te puede hacer vender más que tu competencia

Era un gato callejero.

Negro, descarado y con más actitud que un influencer con millón y medio de seguidores.
Aparecía en mi patio como si lo hubiera comprado, me ignoraba olímpicamente…
Y aun así, yo le terminaba dando comida.

Y ahí me cayó el 20:
Ese gato no rogaba. No perseguía.
Solo aparecía, era interesante, y se iba.
Y aun así… lo quería cerca.

¿No es eso lo que deberían hacer las marcas?
Ser tan interesantes, tan magnéticas, que los clientes lleguen por sí mismos.
Sin mendigar atención.

Hoy te explico cómo pensar como un gato te puede ayudar a vender más.
Y al final, te doy una herramienta para lograrlo (sin maullar demasiado).

1. Los gatos no persiguen: atraen

Mientras tú corres detrás de los clientes con promociones ridículas,
los gatos se quedan donde están y hacen que tú te acerques.

¿Cómo?
Con misterio, elegancia, y una presencia que dice:
"No necesito tu atención… pero si me la das, tal vez te elijo."

💡 Consejo felino de marketing:
Deja de perseguir.
Crea contenido que haga que la gente diga:
"¿Quién es este tipo y por qué no lo había visto antes?"

2. Los gatos seleccionan dónde se muestran

Un gato no aparece en cualquier lugar.
Tiene sus spots favoritos: el sillón con sol, la caja más incómoda del mundo, tu teclado.

Tu marca tampoco debería estar en todos lados.
Estar presente no es lo mismo que ser relevante.

💡 En vez de estar en 7 redes, elige 2 y hazlo espectacular.
Como un gato eligiendo su trono.

3. Los gatos tienen rituales: tú necesitas procesos

Un gato no improvisa.
Se lame, se acuesta, se estira y hace todo con precisión casi militar.

Y tú también necesitas rituales.
Procesos.
Sistemas que te ayuden a producir contenido sin depender de la inspiración divina.

💡 Crea una rutina de contenidos que funcione aunque estés de malas.
Spoiler: más abajo te digo cómo hacerlo sin escribir ni una palabra. 👀

4. Los gatos dominan su territorio

El gato no solo vive en la casa.
La gobierna.
Tú solo eres su inquilino con o sin contrato.

¿Tu marca está dominando su nicho o solo ocupándolo?

💡 Publica contenido que eduque, entretenga y demuestre que sabes lo que haces.
Tu autoridad no se impone, se muestra.

5. Los gatos son silenciosamente estratégicos

¿Has visto cómo un gato caza?
No grita.
No avisa.
Se esconde. Observa. Espera. Y… ¡pum!

En ventas y marketing, los gritos desesperados no funcionan.
La estrategia silenciosa (el contenido bien pensado) hace más ruido que cualquier oferta ruidosa.

💡 Piensa:
¿Estoy publicando para llamar la atención o para que me recuerden?

6. Los gatos saben cuándo retirarse

Un gato no insiste.
Si no le haces caso, se va.
Pero eso lo hace aún más deseado.

Tu contenido no debe saturar.
Debe dar aire. Dejar ganas.
Y sobre todo, dejar huella.

💡 No publiques por llenar el calendario.
Publica para que te recuerden incluso cuando te vas.

Y ahora… ¿cómo creas contenido con inteligencia felina?

Aquí va la parte que te interesa si no quieres pasarte 7 horas pensando ideas, escribiendo, editando y rogando por likes.

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Nos vemos en la cima. O en el tejado. 😼

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